Para bien o para mal, por distintas circunstancias, en esta vida me ha tocado algún que otro peregrinar. Ello ha conllevado el tener que despedir, recibir, conocer gente... algunas de estas personas me han concedido el privilegio de considerarse mis amigos... y muchos, aún hoy, siguen siéndolo.
Gracias por estar ahí.

lunes, 6 de junio de 2011

¡Ojalá también fuera nuestro vecino!


Mi único cuñado, hermano de Jordi, hace ya un par de años le regaló a Julia El viaje de Chihiro.
La película no es sobre lo habitual.  Tiene otros intereses, otros mensajes (como otras de Hayao Miyazaki), para quien los quiera recoger y entender.
En ocasiones tienen alguna escena algo bárbara.
Nosotros hemos visto algunas (las que nos ha comprado el tío Óscar y otras que nos han ido trayendo los duendecillos o el ratón Pérez). Estoy deseando ver el resto, porque lo que muestran de aquella cultura me parece fascinante. Tanto respeto por el prójimo, por la naturaleza, por nuestro entorno, por la tribu... en estos días... me parece una acertada rareza.



- El viaje de Chihiro: Es rara. Pero no me disgusta (será de tanto verla... Mamá, tienes que intentarlo).
A mis hijas les encanta, es de las pocas películas que siempre están dispuestas a ver juntas. Normalmente, Julia siempre elige La Princesa Mononoke y Luisa prefiere Pimpón (del Cantajuegos). No hay modo de unificar criterios.
De todos modos, vosotros pasad censura por si acaso, no dejéis a los niños solos frente a la pantalla. Luisa cuando vio que los papás se convertían en cerditos lloró desconsolada. Así que, por ahora, siempre le paso esa escena. Por ahora.
Oficialmente es "autorizada para todos los públicos". Pero claro, a mí  me tuvieron que sacar del cine cuando me llevaron a ver Blancanieves de Disney, del miedo que me daba. Todo es relativo.


-Ponyo en el acantilado es preciosa. Las imágenes, la banda sonora, el mensaje, el respeto de los pequeños a los mayores y la admiración de los ancianos por los pequeños...
Dos niños son capaces de restablecer el equilibrio de su mundo. Gracias a dos madres que se apoyan mutuamente la una en la otra, mientras a su vez, confían en la responsabilidad a sus respectivos hijos. Confían sobradamente.
Le encuentro un pero.  La madre conduce como una auténtica loca. No es ningún buen ejemplo de educación vial. Julia dice que es muy valiente, pero confundir la inconsciencia con la valentía... no deja de ser peligroso.
De todos modos, en la contraportada pone expresamente "especialmente recomendada para la infancia". Ahí queda.



-La princesa Mononoke y Cuentos de Terramar  narran mensajes perfectos (sociales, ecológicos...).
Pero son "no recomendadas para niños menores de 7 años" (y con razón).
Mis hijas las ven, pero ellas son así. Tan salvajes también.

Mi vecino Totoro. Podría decir que es mi película preferida. Tan tranquila.
Todo es armonioso: Los personajes, el paisaje, la casa, la relaciones familiares, la amistad, el colegio, el colecho... (en Ponyo, no lo dije, también hay una escena con un bebé lactante que me encantó), la forma de vivir sencilla, la forma de amarse, de divertirse, de explorar y respetar la naturaleza, la música, la desbordante imaginación...
Pensaréis que me he vuelto loca. Un poco friki.
¡Es culpa de Óscar! Pero se lo agradezco tanto... Estudioso de la Cultura Japonesa y ha viajado hasta allí (y a algún sitio más) para traernos, entre otras cosas, ricos secretos de su cocina y bonitos kimonos para sus sobrinas.
No paséis sin verla. Totoro no necesita ningún pase de censura. Os aseguro que es "apta para todos los públicos".

A mí me gustaría no haberla visto, para poder descubrirla cada día.

6 comentarios:

  1. Eres tan maja Ale...

    me alegro muchísimo que le gusten las pelis a las niñas, hace tiempo hice una promesa de no regalarles nada "estándar" y claro, es un riesgo. A mi me encantan y si te fijas en los pequeños detalles alucinas. Pero claro, es una cultura tan distinta y con hábitos tan opuestos a los nuestros que creo que no he pillado ni el 40% de las películas.

    Tendré que ahorrar para llevarlas al parque Ghibli de Tokio en vez de EuroDisney. Asi aprovecho porque cuando estuve me quedé sin entrada!

    Me ha encantado que hayas escrito esta entrada. Mil gracias!

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  2. yo me quedo con Ponyo.

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  3. Si es verdad, hay que verlas varias veces para poder apreciar cada vez más detalles.
    Los dibujitos son preciosos!!! Y transmiten mensajes de los buenos, creo yo.
    Si eso ahorra un pelo más y llevas también a la mamá para Tokio ;-P
    Un beso grande cuñao´.

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  4. Hombre pues si, Ponyo es más movidita y tiene un pseudomalo... y esto siempre gusta más a los niños.
    Quizás Totoro se pasa de pachorro... pero a mí me encanta!

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  5. Si hay que elegir, yo tb me quedo con Totoro o con el gato-bus http://www.flickriver.com/photos/tags/catbus/interesting/

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  6. Oscar!! Qué cantidad de fotos!!! Me he tenido que quedar en la 195, ya las tengo que sacar la bañera...
    Qué chula la tarta (se lo tendremos que decir a la abuela Paloma), aunque por dentro (esa verde) no tiene tan buena pinta... Y los de ganchillos ¡Qué monos!(más tarea para la yaya) y el llavero con el totorito dentro...
    Lo que no pillo es lo de esas imágenes que parecen paradas (o sus carteles) llenas de pegatinas ¿eso significa algo?
    Cuando pueda sigo, mis ratos al ordenador son cortos y espaciados en el tiempo.

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